lunes, 23 de marzo de 2009

Detrás del cien.

Vivimos en la sombra del indio que estamos buscando, en el recuerdo del último malón o la última toldería, de la mañana en que se abrió la montaña y los búfalos se fueron; los hombres hermosos se han vuelto invisibles. Un mundo ha de morir para que otro nazca. Tuvo su secreto Cortés y Pizarro el nombre de Atahualpa. Los españoles de Alvar Núñez mataron a Dios en una serpiente enorme del Chaco. Solo queda el “tik” entre las ramas, la palabra fluyendo del cedro, el nombre del río, los ojos del jaguar. Ahora ya no jaguar, ya no hombre. El río va hacia el mar y el hombre hacia las estrellas. Vuelve a su origen aquel que cayó del cielo. Un príncipe levanto los ojos hacia el Sol y se sintió tan poderoso como él, su padre.

Cráter

Un dibujo del año 2000 de nunos 25 x 25 cm.